De como las ovejas negras, que eligen tener una Buena Vida, hacen del mundo un lugar más amigable.

Las Ovejas Negras, personas disruptivas o raritas para el común de la gente, eligen tener una buena vida y trabajan de forma silenciosa para generar cambios pequeños y contagiar al resto con lo simple y básico que tiene  “La Buena Vida”  inspirada en culturas ancestrales como el Feng Shui (China),  Wabi Sabi (Japón), el Lagom (Suecia) o lo Hyggie (Dinamarca); que te invita y te propone conectar con vos mismo, con tus creencias, con tus deseos y con todas esas elecciones y decisiones que dejas para más adelante olvidándote de darles un espacio y un tiempo en tu vida de todos los días.

Por una cuestión de supervivencia tienden a tener grupos de referencia donde interactúan con canones no convencionales donde la prioridad es desarrollar lo diferente y disruptivo. Son fans absolutos de pensar distinto, fuera de la caja, siempre tienen un plan B, difícilmente funcionen en piloto automático, eligen cada una de las cosas que hacen o proyectos donde se involucran y le ponen mucha pasión a todo lo que emprenden.

Se reconocen por su instinto irracional y enseguida arman tribu, no importa lo diversos que sean, no tienen que ver con sus elecciones profesionales, culturales, religiosas o políticas solo los une la causa: volver a las fuentes, rescatar lo ancestral que asegura la supervivencia de la especie a lo que le suman toda la oferta de lo nuevo y disponible que trae la modernidad y todo el bagaje de valores eticos. Desarrollan tareas comunitarias en post de su propia supervivencia y su misión es rescatar al mundo del tedio y la procastinación. Van por la vida hackeando estereotipos y proclamando su verdad en voz baja, sin hacer mucho ruido, generando movimientos de cambio tímidos pero contundentes. Son los distintos, a ellos no les importa, son felices con su convicción de que las cosas pueden ser diferentes y trabajan todos los días sin prisa y sin pausa.

Están infiltrados en el rebaño de “ovejas blancas” y toman posturas políticamente correctas para camuflarse en el medio del mundanal ruido, nunca son mas de 4 o 5 y silenciosamente generar cambios muy pequeños a sabiendas que generaran tendencia y de a poco se irán sumando algunos más. Tienen una estrategia sin tiempo.

Su aprecio por los valores estéticos y su vocación por lo comunitario los convierte en hacedores pragmáticos de tendencias. Tienen fieles y fanáticos amigos que los siguen y se convierten en los early adopters de las movidas que proponen. Priman siempre  la belleza, el rescate por lo intelectual, las lecturas de clásicos y la vuelta al amor por la filosofía. La importancia de conectarse con “el ser” y dejar de lado “el parecer”.

La consistencia entre lo que dicen y lo que hacen y la bajada a la tierra en el día a día de sus vidas, es lo distintivo a la hora de la generación de valor para una sociedad más justa donde la medida es lo posible. Su misión no es salvar el mundo es solo tratar de hacerlo un más amigable

Son una suerte de chicos y chicas, no importa si tienen 20 años o 75; sumamente curiosos con un toque nerd-techie- intelectuales que usualmente están siempre de buen humor, dispuestos a escuchar más que hablar, porque esa es una de las formas en que más aprenden. Su motor de crecimiento es el desafío de conocer más, ir por más, trabajar más por la transformación del mundo en el que crecen y se transforman.

Tienen cierta predilección por los sesgos cognitivos, esos atajos mentales de los que disponemos para llegar a la solución de los problemas. Saben que su memoria no es perfecta, por eso buscan Info todo el tiempo para apalancar sus decisiones. Tratan de planear sus proyectos con un buen nivel de detalle teniendo en cuenta la mayor cantidad de variables disponibles para estimar los impactos. Saben que no van a tener todas las variables bajo control y por eso siempre tienen un plan B y por las dudas le rezan a la Pachamama, al Ser Celestial, a la Virgen de Guadalupe, siguen los nombres. Eligen proactivamente, buscan la mejor opción desde un marco teórico y apelando y escuchando siempre lo que les dice “la panza” , digo… la intuición. Hacen que sea posible, las utopías son para la literatura.

Las Ovejas Negras que eligen tener una Buena Vida son agentes de cambio y transformación y van por la vida de lo más campante con una sonrisa permanente contagiando optimismo y buena onda, seguras de que un mundo mejor es posible. Tener una Buena Vida es una Decisión, Hackear al Mundo es posible, solo hay que hacerlo realidad cada día con pequeños actos que inspiren.

Sumate al Lado B de La Buena Vida!

Pato

Deja un comentario